Elijah es un niño curioso que disfruta tirándose por el tobogán de los parques, comiendo helados y jugando con bloques. También le encanta reír y jugar con sus dos hermanas, Layla y Amelia. Su contagiosa personalidad hace sonreír a todos los que conoce.
Elijah tiene un diagnóstico de autismo, y su madre dice: “La determinación y la valentía de Elijah son edificantes. Cuando no puedes comunicar tus deseos y necesidades como los demás, puedes imaginar lo frustrante que sería, pero Elijah sigue siendo feliz y contento. Hemos aprendido mucho de nuestro hijo. Creemos que va a enseñar a mucha gente que, sea cual sea tu diagnóstico, tu historia también puede estar llena de felicidad.”
Con la ayuda de la terapia ocupacional y del habla, Elijah ha alcanzado muchos hitos, como la comunicación mediante lenguaje de signos, gestos y palabras. Siempre se enfrenta a sus terapeutas con una actitud positiva para salir adelante y se esfuerza por poder comunicarse con su familia. Su madre dice que está orgullosa de todo lo que hace Elías, y que él le ha enseñado que el amor no necesita palabras.