Haidyn recibió el apodo de “Diva”
por su familia por una razón. Es descarada, le encanta ir de compras, bailar y comer helado.
Sus abuelos dicen que nunca hay un momento aburrido cuando ella está cerca.
Descarada no es la única palabra que la describe. Haidyn también es resistente, un rasgo que las enfermeras destacaron durante el tiempo que pasó en la UCIN tras su nacimiento. Tiene un diagnóstico de trisomía 21, que es el síndrome de Down. “La determinación de Haidyn se mostró inmediatamente”, dice su madre, Yolanda. “Hoy sigue mostrando esa misma fuerza y voluntad”.
A medida que crece, siempre luce una sonrisa que contagia a cualquiera que esté a su alrededor. Tiene la capacidad innata de hacer que todos los que la rodean se sientan queridos.
Su madre dice: “Haidyn nunca conoce a un extraño y trata a todos como amigos”.