Jesús es inteligente, fuerte, optimista y alegre. Siempre busca lo bueno en cada situación.

Para Jesús es importante poder formar parte de ¡MIRADA! porque quiere compartir una visión de su vida con la esperanza de que alguien que se sienta identificado con él sepa que no está solo. “Hay muchísimas personas con discapacidades de todo tipo que viven su vida como cualquier otra y, aunque tengamos un aspecto o hagamos las cosas de forma diferente, eso no significa que seamos menos felices que nadie”, afirma. “Tengo mis luchas, pero no dejo que me impidan ser feliz”.

Su familia dice que Jesús siempre pasa por alto las dificultades y asume cada reto y lucha con fuerza y optimismo. Jesús tiene una lesión medular y es tetrapléjico. También le han diagnosticado síndrome de Marfan y escoliosis. Se levanta cada día con una sonrisa en la cara a pesar de los retos a los que se enfrenta. “La fe de Jesús ha sido fuerte a lo largo de todo su viaje. Es un milagro viviente y todo lo que es capaz de hacer ahora es un milagro”, dice su madre, Ana.

Jesús es persistente y tenaz cuando se trata de su rehabilitación y sus estudios. Aunque tiene limitaciones, encuentra la manera de cumplir sus objetivos. Está trabajando duro con sus terapias física y ocupacional para recuperar su independencia. En 2018, se graduó de la escuela secundaria con gran éxito. ¿Sus modelos? Sus padres. Jesús dice que ellos son lo que él se esfuerza por ser.