Amable, divertida, escurridiza, decidida y deportista. Cuando Caleb se propone algo, es mejor que creas que lo va a hacer. A Caleb le encanta jugar a inventar disfraces. Su madre, Katie, explica: “Se disfraza con todo tipo de trajes divertidos y se escabulle por la casa fingiendo ser cualquier cosa, desde un ninja hasta Scooby Doo”. Le encantan los deportes y acaba de terminar la temporada jugando en un equipo de baloncesto. Está orgulloso de haber aprendido a montar en bicicleta y tiene un gran brazo para lanzar frisbees, pelotas de béisbol y balones de fútbol. También le gusta cantar, bailar, jugar a videojuegos, leer libros y montar Legos.

A Caleb le han diagnosticado síndrome de Down. Debido a la pandemia, estuvo dos años sin escolarizar justo cuando estaba a punto de aprender a leer. Durante este tiempo, su familia pasó más tiempo con él en entornos educativos y se dio cuenta de que Caleb tenía problemas de TDA, que hasta entonces no había sido diagnosticado. Después de dos años adicionales, Caleb puede leer con el apoyo puesto en marcha para adaptarse a su TDA.