James es un niño feliz, con una sonrisa en la cara e infinitas cantidades de energía. Le encanta aprender y busca constantemente un reto. Cuando tenía dos años y medio, deletreaba su nombre con piezas de puzzle del abecedario. Le sigue gustando leer, la música, las matemáticas y aprender sobre el espacio.

James sorprendió a sus padres cuando tocó Twinkle, Twinkle Little Star en su piano de juguete a la edad de dos años y medio. Aprendió a tocar el piano de forma autodidacta y poco después ya tocaba clásicos de Gershwin, Tchaikovsky y Beethoven que había oído en la película de Disney Fantasía. A los tres años, sus padres descubrieron que tenía un oído perfecto. Pronto empezó a recibir clases de piano en la Universidad de Carolina del Sur con el Dr. Scott Price a través de la iniciativa Carolina Lifesong. Verle demostrar tanta concentración durante sus recitales de piano en el gran escenario del USC Recital Hall son momentos increíbles, dice su madre, Ashley. “La música le ha cambiado la vida y le ha dado confianza”.

La musicoterapia ha motivado a James para realizar las actividades de la vida diaria. Tiene un diagnóstico de autismo y ha trabajado duro para llegar donde está ahora. Las habilidades sociales han sido un reto, pero está empezando a crear un fuerte vínculo con su hermano pequeño y su hermana mayor. También está empezando a formar amistades entre compañeros y anima a los demás en clase.
“James es una persona genuina e inocente que nos inspira cada día”, dice Ashley. “Creemos que algún día, a través de su música, será una inspiración para muchos otros”.