Kate es extrovertida, amable y empática. A Kate le encanta hablar con gente nueva cuando está fuera de casa. Le encanta ser tonta y reírse.
Al tener un diagnóstico de síndrome de Down, Kate se ha enfrentado a retos y retrasos en el cumplimiento de los hitos, lo que hace que sea aún más gratificante cuando los cumple.
Si se encuentra con una tarea un poco difícil, respira hondo y se dice a sí misma: “¡Lo tienes!”.
Sigue demostrando a todos los que la rodean lo increíble que es.
Algunas de las cosas que más le gustan a Kate son jugar con su hermana pequeña, saltar en la cama elástica y jugar con muñecos de bebé.
También le gusta ver vídeos en su tableta y disfrazarse.
Kate también es muy consciente de cuándo la gente está molesta y necesita un abrazo o una sonrisa.Casi todos se enamoran de Kate en cuanto la conocen.
Brooke, la madre de Kate, dice: “Toda nuestra familia mejoró después de la llegada de Kate. Somos más conscientes y aceptamos las diferencias de las personas. Hemos aprendido a valorar el tiempo en familia”.