Tres palabras describen a Ashley: amor, alegría y perseverancia. La familia de Ashley dice que es un rayo de luz constante en sus vidas y que les enseña a tener paciencia y fe.
Aunque Ashley tiene un diagnóstico de autismo y actualmente no puede hablar bien, encuentra formas de adaptarse y ha desarrollado otras habilidades para comunicarse. Un momento especial que recuerda su madre es cuando Ashley la llamó por primera vez “mamá”; sus esfuerzos dieron a su mamita esperanza en las habilidades comunicativas de Ashley.
Ashley inspira a su mamita, Yokasta, todos los días con su constante amor y alegría. “Siempre lucharé por su progreso, y tenemos fe en que un día Ashley podrá hablar en tres idiomas”.