Philip es un chico despreocupado, decidido y genuino que siempre tiene una sonrisa en la cara. Sus amigos lo describirían como un cómico, aunque no lo intente. Le encanta pasar tiempo con su abuela, jugar al béisbol, viajar y aprender sobre historia militar. Es miembro activo de Boy Scouts of America. Philip afronta la participación en eventos con la determinación de completar la tarea.

Con sólo un kilo y medio de peso, Phil salió del vientre materno como un luchador. Sobrevivió a una operación a corazón abierto a los dos meses de edad, a la que siguieron otras cinco. Los daños sufridos en el nervio vago durante la operación le provocaron dificultades para comer y beber. A los problemas cardíacos y gastrointestinales que ya padecía, se sumaron unas graves alergias alimentarias que le provocaron desnutrición y retraso del crecimiento. Su estado de salud se volvió crítico y se le administró nutrición parenteral total a través de una vía intravenosa en el cuello. Su principal fuente de nutrición durante más de cinco años incluyó éste y otros tipos de suplementos. A lo largo de los años, el viaje de Philip le ha llevado a vivir experiencias que muchos adultos jamás habrían imaginado.