Shelby nació con un importante defecto cardíaco y empezó a tener convulsiones cuando tenía un año. Ahora también se le ha diagnosticado autismo, discapacidad intelectual grave y un trastorno convulsivo incontrolado. A pesar de estas condiciones, sigue siendo una luz que alegra a su familia y a todos los que conoce. Tiene una risa contagiosa y da los mejores abrazos y palmadas en la espalda. A Shelby le encanta la música y siempre quiere estar donde está la acción. Acude a la iglesia y a salidas comunitarias con su familia y asiste a un programa de día para adultos durante la semana. Allí le encanta relacionarse con sus compañeros. Sin duda, Shelby quiere sentirse segura, querida e incluida.