Se suele decir que “el comportamiento es comunicación”. Cuando un niño muestra un comportamiento negativo, es importante detenerse y considerar QUÉ está intentando comunicar. ¿Intentan evitar una petición o tarea? ¿Están irritables porque están cansados o tienen hambre? ¿Se comportan así porque quieren llamar la atención (e incluso la atención negativa sigue siendo atención)? Todos los niños muestran comportamientos negativos de vez en cuando. Es la respuesta a estos comportamientos lo que afecta a la probabilidad de que se repitan.