Un intrépido y seguro de sí mismo de 15 años, Shawn no quiere que le traten de forma diferente; quiere hacerlo todo, como cualquier otro niño. Una vez, durante una fiesta de cumpleaños en una pista de patinaje, Shawn insistió en que quería patinar. Después de poner nerviosos a sus padres, salió con la barra de equilibrio y se pasó la noche patinando. Es su número uno y lucha por demostrar que puede hacerlo todo.
Shawn tiene una dignosis de síndrome de Down. Le gusta jugar al baloncesto, hacer ejercicio, ir de campamento, escuchar música y ver YouTube. La mayor parte del tiempo se le puede encontrar compitiendo en competiciones de natación del instituto o de las Olimpiadas Especiales. En una competición quedó en primer lugar en su serie. Al final, estaba tan orgulloso de sí mismo que flexionaba los músculos mientras caminaba de vuelta a su equipo.
“Shawn es un joven inspirador y tiene la mentalidad típica de un adolescente”, dijo su madre. “Se centra en ser más rápido, más alto, mejor y en ser independiente: ojalá aprenda a conducir, tenga su propia familia y vaya a la universidad.