Parker M, 3 años

Fotografía de Brittany Hardy (2022)

Parker ejemplifica la alegría con todo lo que hace. Le encanta cantar, columpiarse, deslizarse y cavar. Tiene una gran imaginación y juega con sus muñecos y peluches, alimentándolos y haciéndolos dormir.

“Tiene un corazón amable, un espíritu curioso y mucha energía de niña divertida”, dice la madre de Parker, Elizabeth.

Los padres de Parker están muy orgullosos de lo bien que puede comunicarse con ellos hoy en día. Su primer signo fue “más” y su primera palabra fue “papá”. Hoy en día, es muy parlanchina, dice mamá. Su nueva frase favorita es: “Te quiero, mamá”. Derrite los corazones con sus dulces palabras”.

Las agallas de Parker y su nuevo afán de independencia desde que cumplió los tres años han hecho que la crianza de los hijos siga siendo interesante. El hecho de que le hayan diagnosticado síndrome de Down no ha impedido a Parker enseñar a su familia algunas cosas sorprendentes por el camino. “Nos sentimos completamente cambiados desde que llegó al mundo”, dice Elizabeth. “Nos enseña continuamente a ser mejores defensores de ella y de otras personas de una comunidad marginada”.

Parker ya aboga por sí misma también. “No se empeña ni trabaja para complacer a los demás”, explica Elizabeth. “Espero que siempre sea así de fiel a sí misma”.

Parker ejemplifica la alegría con todo lo que hace. Le encanta cantar, columpiarse, deslizarse y cavar. Tiene una gran imaginación y juega con sus muñecos y peluches, alimentándolos y haciéndolos dormir.

“Tiene un corazón amable, un espíritu curioso y mucha energía de niña divertida”, dice la madre de Parker, Elizabeth.

Los padres de Parker están muy orgullosos de lo bien que puede comunicarse con ellos hoy en día. Su primer signo fue “más” y su primera palabra fue “papá”. Hoy en día, es muy parlanchina, dice mamá. Su nueva frase favorita es: “Te quiero, mamá”. Derrite los corazones con sus dulces palabras”.

Las agallas de Parker y su nuevo afán de independencia desde que cumplió los tres años han hecho que la crianza de los hijos siga siendo interesante. El hecho de que le hayan diagnosticado síndrome de Down no ha impedido a Parker enseñar a su familia algunas cosas sorprendentes por el camino. “Nos sentimos completamente cambiados desde que llegó al mundo”, dice Elizabeth. “Nos enseña continuamente a ser mejores defensores de ella y de otras personas de una comunidad marginada”.

Parker ya aboga por sí misma también. “No se empeña ni trabaja para complacer a los demás”, explica Elizabeth. “Espero que siempre sea así de fiel a sí misma”.

Family Connection of South Carolina ofrece servicios y recursos a las familias que tienen un niño con una discapacidad o una necesidad de atención sanitaria especializada. Desde 1990 hemos atendido a más de 100.000 familias y hoy nuestros servicios son más necesarios que nunca. Nos centramos en el apoyo de padres a padres, la orientación para navegar por el complejo sistema sanitario y la asistencia en las reuniones escolares y los planes de educación especial.