Wes, un niño alegre y de buen corazón, es conocido por su felicidad incesante y su energía sin límites. Su historia es una muestra de resistencia, amor y un verdadero testimonio del poder de aceptar las diferencias. Desde el principio estaba claro que Wes tenía un espíritu único. Alcanzó todos sus hitos tempranos y hablaba con claridad a una edad temprana. Pero al entrar en la guardería, sus padres empezaron a notar que tenía dificultades que sus compañeros no tenían. Tras una serie de evaluaciones, Wes fue diagnosticado de autismo, y evaluaciones posteriores revelaron TDAH y ansiedad generalizada.

Wes tiene una tendencia natural a hacer sonreír a la gente, a menudo sin ni siquiera intentarlo. Su energía y entusiasmo son contagiosos y le encanta ayudar a los demás. Tiene una notable capacidad para reconfortar a los que le rodean, ya sea compartiendo un tentempié, contando un chiste o simplemente ofreciendo un abrazo. Sus profesores han dicho a menudo que es él quien les alegra el día, y sus padres no podrían estar más de acuerdo.

Una de las cualidades más inspiradoras de Wes es su confianza en quién es. Acepta su autismo y está orgulloso de cómo funciona su cerebro. No tiene miedo de explicar lo que siente y habla abiertamente de sus retos y sus puntos fuertes. Tiene un profundo conocimiento de sí mismo y su sentimiento de orgullo por su identidad brilla en todo lo que hace.

Las actividades favoritas de Wes giran en torno a su amor por la narración y la aventura. Aunque no posee un sistema de juego, se sumerge en los mundos de Minecraft, Mario Bros, Pokémon y PacMan a través de libros, dibujos y juegos creativos. Su habitación está llena de ilustraciones de estos juegos, y les da vida con peluches y juguetes. Ya sea leyendo, explorando la playa o pasando tiempo de calidad con su familia, Wes se acerca a todo con el mismo entusiasmo y ganas de vivir.

Wes ha cambiado a su familia de un modo que nunca esperaron. Les ha enseñado a ir más despacio, a apreciar las pequeñas victorias y a reconocer que las diferencias son algo que hay que celebrar. Sus padres no saben exactamente qué le depara el futuro, pero están seguros de que, vaya donde vaya Wes, llegará allí en sus propios términos, con amor, apoyo y su característica alegría guiando el camino.