Michi es un manojo de todo: inteligente, valiente y de fuerte carácter. Tanto si está bailando música colombiana, jugando con su abuelo o siguiendo su rutina de terapia mañanera, aporta una energía alegre. Tiene una forma de ganarse a la gente y se ha convertido en una especie de celebridad en su comunidad, escuela y centros de terapia.

El viaje de Michi comenzó con un diagnóstico prenatal de síndrome de Down, y su familia se puso rápidamente en acción para asegurarse de que recibía el apoyo que necesitaba. A lo largo de los años, Michi se ha enfrentado a su cuota de desafíos, incluida la frustración que supone no poder comunicarse verbalmente y un sistema inmunitario frágil que a menudo conlleva estancias en el hospital.

¿Uno de sus momentos de mayor orgullo? Haber sido nombrada alumna del mes dos veces: la primera en su primer mes en la escuela, y de nuevo en el primer mes de su segundo año. Su madre rebosa orgullo cuando describe la rapidez con la que Michi aprende cosas nuevas. Es increíblemente independiente, ayuda en las tareas domésticas, se viste sola y gestiona sus propias rutinas.

Michi ha transformado por completo el mundo de su familia. Les ha enseñado el valor de la paciencia, la fuerza que se encuentra en la fe y el poder del amor incondicional. Su madre dice que su hija la inspira para defender a Michi, y a todos los niños con necesidades especiales.

De cara al futuro, su madre sueña con un futuro en el que Michi siga creciendo en independencia y confianza y quizás incluso llegue a ser estudiante de la Universidad de Clemson. ¡La familia ya tiene listo el traje de animadora!