Curiosa por el mundo y la gente que la rodea, la bebé Marcie tiene un espíritu valiente y está dispuesta a explorarlo todo.

Marcie nació con síndrome de Down. También dejó de respirar poco después de nacer y necesitó oxígeno durante su estancia de 17 días en la UCIN. Siguió necesitando oxigenoterapia durante dos meses más después de volver a casa. Aquellos primeros meses no fueron un indicador del bebé lleno de vida que sorprendería a sus padres dándose la vuelta a los tres meses. A Marcie le encanta jugar boca abajo, levantar la cabeza y sonreírse en el espejo. Es una niña sociable que ya es su propia personita y a la que le gusta ser el centro de atención allá donde va.

Una persona con la que a Marcie le encanta estar es su hermano mayor, Hudson. No puede dejar de sonreírle y, aunque él mismo es sólo un niño pequeño, ya la ayuda con las cosas que necesita y siempre está dispuesto a darle un abrazo a su hermanita. A Marcie le gusta jugar con pelotas y sonajeros con Hudson y ver vídeos de Hey Bear Sensory Dancing Fruit en YouTube.
Los padres de Marcie esperan que siga explorando, prosperando y creciendo en todos los sentidos, tanto en la escuela como en la vida aventurera que elija.